La inflación es uno de los principales indicadores económicos que se utilizan para medir el aumento en los precios de los bienes y servicios en una economía. La tasa de inflación se expresa como un porcentaje anual que muestra el cambio en los precios de los bienes y servicios durante ese período. Sin embargo, no todos los bienes y servicios aumentan de precio al mismo ritmo. Es por eso que es importante prestar atención a la inflación subyacente y entender su verdadero impacto en la economía.
La inflación subyacente se refiere al aumento en los precios de los bienes y servicios que no incluyen los alimentos y la energía. Estos dos sectores son los más volátiles y pueden ser influenciados por factores externos, como eventos climáticos, conflictos geopolíticos, entre otros. Por lo tanto, la inflación subyacente proporciona una imagen más precisa de la verdadera tasa de inflación de la economía.
Los bancos centrales y los responsables de la política económica utilizan la inflación subyacente para tomar decisiones en cuanto a la política monetaria. El objetivo principal de la política monetaria es mantener la estabilidad de precios en una economía. Si la inflación subyacente está aumentando, puede ser una señal de que los precios de los bienes y servicios están aumentando constantemente, a pesar de la volatilidad en los sectores de alimentos y energía. Si la inflación subyacente está disminuyendo, esto puede indicar que hay una presión a la baja en los precios de los bienes y servicios y que la política monetaria debe ser implementada para estimular el aumento de precios y evitar la deflación.
Existen diferentes indicadores utilizados para medir la inflación subyacente. Uno de los indicadores más conocidos es el Índice de Precios al Consumidor (IPC) subyacente, que excluye los precios de los alimentos y la energía. Los bancos centrales también pueden utilizar otras medidas, como el Índice de Precios al Productor (IPP) subyacente, que examina los precios al por mayor de los bienes y servicios. Además, algunos bancos centrales pueden rastrear los precios de una canasta de bienes y servicios, que excluyen los sectores más volátiles.
La inflación subyacente es importante porque puede tener un impacto significativo en la economía en general. Si la inflación subyacente está aumentando, es probable que el banco central intervenga y aumente las tasas de interés. El aumento de las tasas de interés puede reducir el gasto de los consumidores y las inversiones empresariales, lo que reduce la demanda y tiene como resultado la disminución de los precios. Si la inflación subyacente está disminuyendo, el banco central puede tomar medidas para estimular la economía, lo que puede incluir la reducción de las tasas de interés y aumentar la oferta monetaria para alentar a los consumidores y las empresas a gastar más.
Una inflación subyacente alta puede tener varios efectos negativos en la economía. Primero, los consumidores pueden enfrentar mayores costos para adquirir bienes y servicios, lo que reduce su capacidad adquisitiva. Además, los aumentos en los precios pueden llevar a la reducción de la inversión empresarial, lo que a su vez puede afectar el crecimiento económico. Finalmente, una inflación subyacente alta puede disminuir la capacidad de las empresas para planificar a largo plazo, lo que puede llevar a una mayor volatilidad en los precios y la economía en general.
Una inflación subyacente baja también puede tener varios efectos en la economía. Si los precios están disminuyendo, los consumidores pueden posponer las decisiones de compra, ya que esperan que los precios sean más bajos en el futuro. Además, la disminución de los precios puede llevar a la deflación, lo que puede aumentar el costo de los préstamos y reducir la demanda de bienes y servicios. Finalmente, una inflación subyacente baja puede indicar que la economía no está creciendo lo suficiente.
En conclusión, la inflación subyacente es un indicador importante y debe ser observado de cerca para comprender la verdadera tasa de inflación de una economía. Ya sea que la inflación subyacente esté subiendo o bajando, tiene importantes consecuencias económicas, y por ello, los responsables de la política económica deben prestar atención a este indicador para tomar decisiones informadas y positivas para la economía.